sábado, 26 de marzo de 2011

RESEÑA DEL LIBRO DE JUDITH BUTLER "DAR CUENTA DE SÍ MISMO"

Judith Butler
Dar cuenta de sí mismo
Amorrortu Editores

Por Elvira Burgos Díaz

El sostenido proyecto filosófico orientado a poner de manifiesto la vulnerabilidad y el carácter precario del sujeto nos regala el pensamiento de Judith Butler. En sus trabajos más recientes, la reflexión sobre la vida, sobre lo humano en la vida, resplandece como eje central en un claro desafío a la formulación del sujeto soberano propia de la modernidad occidental.
Su reivindicación del valor para la vida, para la transformación social, del pensamiento crítico se hace audible con fuerza en su filosofía. Una argumentación sobre el carácter ético y político de su producción intelectual evidencia también su libro anterior Vida precaria. El poder del duelo y la violencia, donde ya indagaba en la concepción de la ética de Levinas.
En Giving an Account of Oneself (edición original de 2005) articula un sentido novedoso de la responsabilidad desde su teoría de la formación del sujeto. Un sujeto del que se subraya su opacidad constitutiva. La primaria relación con la otra, con el otro, es fuente de su opacidad, de su ceguera, de su parcial desconocimiento de sí; también la relación con lo otro que supones el ámbito normativo, donde emerge como tal sujeto. El innovador planteamiento de Dar cuenta de sí mismo consiste en reflexionar con lucidez sobre cómo justamente en esta resaltada opacidad del sujeto para consigo mismo es donde residen importantes vínculos que constituyen la vía abierta para su responsabilidad ética. De qué modo este sujeto no autónomo ni plenamente consciente de sí mismo, esta vida nacida en la dependencia, vulnerable y precaria, puede dirigirse hacia el cultivo de una ética no violenta, es una interrogación crucial en la obra de Butler.
En una entrevista del año 2006, Butler comenta que en su obra más temprana, como en El género en disputa, se propuso formular una teoría sobre la capacidad de actuar del sujeto que n fuera ni radicalmente voluntarista ni que, por otro lado, permaneciera anclada en un determinismo imposibilitador de nuevas y subversivas acciones por parte del sujeto. En Dar cuenta de sí mismo, las tesis centrales desarrolladas en su anterior producción no se abandonan, desde luego. Mas ahora se aborda desde otro ángulo su preocupación por el sujeto y por la noción de lo humano: desde un horizonte que sin dejar de ser social, atento a las convenciones y normas, se adentra en profundidad en la dimensión de la sensibilidad, en el modo en el que somos afectados por otros individuos, de una manera pasivo, no libremente queridas ni que, no obstante, se invalide nuestra capacidad para actuar.
Butler quiso atacar la noción del sujeto autónomo, siempre activo, y frenéticamente activo, nunca afligido, impermeable, invulnerable, al constar su refortalecimiento en el contexto de los acontecimientos bélicos más contemporáneos. "Desde un punto de vista filosófico -nos dice Butler- la pregunta es: ¿Qué significaría entonces repensar el sujeto como un tipo de ser que está atado a los otros, a las otras, desde el comienzo, que es social en ese sentido fundamental?
Butler insiste en el hecho de que Levinas afirma, aunque él solo alude a la experiencia adulta, que no es posible entender el sujeto sin la mediación de la interpelación de los otros. El psicoanalista Jean Laplanche hace referencia al hecho de que la niña y el niño desarrollan un sentido de sí mismos solo a través de la necesidad de tener que defenderse contra ciertas abrumadoras incursiones por parte de las personas que los acogen y los cuidan.
Es este un camino diferente para continuar pensando el dominio de lo social. Se trata de reconocer y aceptar que, desde el principio, sufrimos la intromisión de otras y otros, por necesidad. Solo así se puede establecer una base sólida para un sujeto ético y responsable, porque si me empeño en ser un sujeto constitutivamente no afectado por los otros individuos niego mi sensibilidad, esa sensibilidad que es la que me vincula ética y responsablemente a las otras personas.
A través de una puesta en conjunto de reflexiones en muchos sentidos dispares, de Adorno, Foucault, Laplanche, Levinas, Cavarero, Nietzsche, Hegel, defiende Butler en su obra la incapacidad constitutiva del sujeto para dar cuenta cabal y por completo de sí mismo. Un tal sujeto es el resultado de estar relacionado con otros, desde el primer momento, en los niveles no narrables de su formación como sujeto. Y es esta relacionalidad o sociabilidad primaria la que confiere al sujeto significados éticos. Este modo de entender la formación del sujeto, que nos aleja del sujeto moral autocentrado, es el que nos otorga un marco para la respuesta ética no violenta y para una nueva teoría de la responsabilidad. En su distanciamiento del sujeto narcisista, individualista, autosuficiente y violento, este sujeto butleriano se abre a la tarea, que es en definitiva una exigencia primaria, de dejarse deshacer por las otras y los otros, mostrando con ello su disposición para llegar a ser humano. Únicamente desde ese lugar, nuestro dar cuenta, si bien de alcance limitado, puede no ser irresponsable.

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